Una vez más me he acercado allá donde sabía que estarían.
Ellas, las poderosas aves rapaces, hoy eran prisioneras y posiblemente nunca serán libres.
Sus miradas me atrapan y con gran respeto me acerco lo más que puedo. Están acostumbradas a ser observadas, ellas son aves de feria y sus miradas lejos de observar una buena presa sobre la que abalanzarse , observan humanos que las deslumbran con sus flashes de cámaras.
Expresamente movida deja claro el aturdimiento del joven.
Con gran empaque fija la mirada en su próxima actiuación
Y con desdeñosa planta se sabe observada . Se deja fotografiar dando su mejor perfil porque sabe que de frente no puede evitar mirarse el pico y entre burlona y bizca nos lanza su malefica mirada La Lechuza nívea sueña con un bosque nevado.
Demasiado serio , demasiado viejo, ceño fruncido.
Mejor no ver lo que me rodeaMiradas