domingo, 9 de noviembre de 2014

SANTA MARIA DEL MAR .BARCELONA


He  vuelto. Una vez más.
 las Calles del barrio de la Ribera me han llevado otra vez a la construcción pétrea.

El farol iluminado con la luz de la mañana y el grito de la gárgola  han guiado mis pasos una vez más.


 Hoy busco luz  entre sus piedras.


 Es una ilusión óptica, parece una cúpula,  pero no  lo es . El gótico catalán no sabe de esas formas, ni falta le hace.



Desde el exterior imposible de imaginar . Hoy mi mirada recorre las esbeltas columnas hasta llegar a los arcos que a modo de tela de araña las une a varios pies de altura . Columnas que aguantan columnas . Vidrieras que iluminan a diferentes alturas.



  La luz que hiere  como rayo de espíritu .


¿Qué extraña sombra es? 



La imagen de María desde el altar mayor  con el hijo sentado en su regazo busca entre los muros al hijo que le arrebatan .



Y el silencio se rompe y los tubos vibran. La gran caja se recubre de armonías y  en su interior brilla una lucecita. Y a esa luz se la llama hombre. 



 Y a esas luces, súplicas y deseos.


Siempre vuelvo.