Como es habitual en mi, tardo tiempo entre que hago las fotos y edito en este espacio.
Esta vez, lo confieso lo he hecho con el corazón en un puño. Una sensación rara.
Llevamos más de un mes en nuestras casas y la vida ha dado tal vuelco que viendo las fotos de esta salida la sensación se acentúa y es como ver algo que queda muy lejano y que se alarga hasta un futuro incierto.
Hasta aquí, ya no más melancolía.
Era en 7 de marzo y a parte de viajar en grupo pudimos disfrutar de un día que hay queda en el recuerdo, con mi marido y unas compañeras con las que comparto afición fotográfica. Fueron unas horas agradables.
Esta vez, lo confieso lo he hecho con el corazón en un puño. Una sensación rara.
Llevamos más de un mes en nuestras casas y la vida ha dado tal vuelco que viendo las fotos de esta salida la sensación se acentúa y es como ver algo que queda muy lejano y que se alarga hasta un futuro incierto.
Hasta aquí, ya no más melancolía.
Era en 7 de marzo y a parte de viajar en grupo pudimos disfrutar de un día que hay queda en el recuerdo, con mi marido y unas compañeras con las que comparto afición fotográfica. Fueron unas horas agradables.