viernes, 31 de julio de 2020

JUJOL EL ARQUITECTO A LA SOMBRA DE GAUDÍ. LA PIEDRA FILOSOFAL, LA SERPIENTE Y LA SALAMANDRA

¿Quien no reconoce a ese dragón de colores?
¿O es una salamandra?
Lo que si se sabe es la intencionalidad.


El ser fantástico protege la entrada principal al parque.
Si contamos los escalones que se elevan en sus laterales son 33 y aquí volvemos a ver simbolismos religiosos, masónicos. ¿Los años de Cristo o el máximo grado otorgado al maestro masón ... ?


El conjunto de animales representados en la escalinata también tienen una función racional y práctica por sus bocas abiertas sale agua siempre que la cisterna que está bajo la Sala Hipóstila rebase sus límites. 

Seguimos subiendo la escalinata y nos recibe una cabeza de serpiente.
Se interpreta como otro ser protector del lugar.
La serpiente Pitón protectora del Templo de Delfos.

Mitología, religiosidad, simbolismo y creatividad 
Gaudí y su gran amigo Jujol nos dejaron unos trabajos inigualables. 
 




Tercer tramo de la escalinata.
En lo alto y presidiendo la gran escalinata  de la entrada principal, UNA Piedra.
Esta enmarcada toda ella por un serpenteado decorado de trencadís.
Es la Piedra Filosofal.



Poder disfrutar de este espacio en momentos tan críticos es una rara sensación. La vida es así.


jueves, 23 de julio de 2020

JUJOL EL ARQUITECTO A LA SOMBRA DE GAUDÍ. PLAZA DE LA NATURALEZA. PARK GÜELL

Seguimos viendo el trabajo de trencadís del creativo colaborador de Gaudí en el Park Güell.
110 metros en forma de serpiente.


Un banco ergonómico integrado en la Plaza de la Naturaleza.


La Plaza de la Naturaleza con vistas a la ciudad de Barcelona y el mar.


Y en su lado opuesto repoblando en especies vegetales y arquitectura integrada  según diseño de Gaudí La Montaña Pelada.


Un singular y sinuoso banco que toma la forma de serpiente que ha sido agarrada por sus dos extremos y que se retuerce para escapar.


Cuando te sientas en él adviertes que su forma sea adapta al cuerpo y a las posibles alturas del que se sienta. Las lumbares quedan totalmente apoyadas e incluso puedes reposar la cabeza en su acabado en borde redondeado, pero hay un detalle que nuestra guía nos hace ver y que yo no contaba con él, parece un adorno más dentro del cómodo asiento.


Una persona sentada. ¿Veis esos abultamientos que a parte de la inclinación del plano del espacio para sentarnos resiguen a lo largo ? También están pensados.


Una explicación totalmente funcional. El banco está en un espacio totalmente a vientos , soles y lluvias. ¿Y qué pasa cuando nos sentamos en un banco después de que haya llovido? . 😱
Eso no sucede el el banco serpiente. El agua residual  queda atrapada y conducida a través de ese canal integrado. 😉 ¡Vaya idea!


Voy haciendo fotos de los dibujos y formas realizados a base de trocitos de cerámicas u otros materiales de desecho no hay ni uno igual.



Predominan los colores verde, azul y amarillo. 
Colores que entran dentro del simbolismo gaudiano y que Jujol interpreta a base de signos del zodiaco, estrellas, flores, peces ... transmitiendo esperanza, fe y caridad.



La Plaza de la Naturaleza se pensó  para que fuera un teatro y en él reunir actos sociales y recreativos de aquella urbanización para la que se pensó y no llegó a ser.

Está sobre la sala Hipóstila  y su suelo es de materiales porosos; tierra, arena. Pensados para que el agua de la lluvia sea filtrada y llevada a través de algunas de las columnas de la sala, como explico en el post anterior hacía un depósito construido en niveles inferiores de la montaña.
En la foto siguiente se aprecian las gárgolas en forma de cabeza de león que también cumplen su cometido de desagüe de la plaza y a la vez techo de la gran sala de las 100 columnas que no son.


Un par de fotos más
Están tomadas en plano cenital desde la sala hacia las gárgolas.


No hay líneas rectas, la curva está presente en la  creación gaudiana.


Seguiré contando más cosas sobre este mágico lugar.

martes, 21 de julio de 2020

JUJOL EL ARQUITECTO A LA SOMBRA DE GAUDÍ. LA SALA HIPÓSTILA. PARK GÜELL

Gaudí sin pretenderlo eclipsó a Jujol 

¿Quién no conoce el Park Güell? Me imagino que no lo conocéis aquellos que no habéis estado en Barcelona.

Yo conozco el Park Güell. He estado muchas veces. Pertenece a mi imaginario infantil/juvenil, pero una cosa es conocer y otra saber.

Indiscutible que el Park Güell es obra del gran genio arquitecto Antoni Gaudí y diciendo esto ya está todo dicho... pero no.

He vuelto al Park Güell  porque es el momento en que se puede visitar. La última vez hace unos años lo intenté fue imposible moverse por él y hacer alguna foto en la que no salieran; pies, manos, cabezas que a modo de trencadis humano imposibilitaba componer una imagen explicativa del lugar.

Esta vez ha sido fantástico y por eso voy a dedicar más de una entrada. Hoy la dedico a la Sala Hipóstila.  Sabemos que fue pensada para albergar un mercado de lo que se pretendía fuera una urbanización de lujo, pero no es eso de lo que quiero hablar y mostrar con fotos de este lugar.

Quiero hablar de algo que no sabía y que me ha sorprendido tanto que necesito decirlo .... y no me avergüenzo de confesarlo.

Primero las imágenes.

Estos son los cuatro plafones principales del techo. Representan las cuatro estaciones.

Y antes de seguir con el resto de fotos de esta maravillosas bóvedas semiesféricas, convexas y revestidas del espectacular trencadís decir que son obra de Josep Maria Jujol . Arquitecto y estrecho colaborador de Gaudí 


Gaudí depositó todo el trabajo en su amigo y colaborador, sabía de su creatividad y bien hacer.







El techo de la sala en su parte central sigue con más composiciones circulares y con la misma técnica.

El mirar el trabajo de trocitos de diversas cerámicas rotas parece que se juega al veo-veo ... ¿Véis la cabeza de pájaro ? El pico es un pintalabios 😃  y muy cerca se puede ver de color rosa un trozo de brazo de muñeca 😧



Que se rompe una vajilla, pues se recicla. 


Remolinos, hélices y espirales 


¿ Vés los cuellos de botellas?




Trencadís. No lo vamos a traducir se trencaria  toda la magia. 


Lo diré otra vez, yo no sabía que eran obra de Josep Maria Jujol y como he estado leyendo sobre el tema parece ser que Gaudí no ha sido el responsable de que la obra creativa de trencadís  de su colaborador quedara oculta ha sido esa "globalización_turística_depredadora" la causa de que no nos detengamos con la suficiente calma y aprendamos a parte de darle al botón de la cámara.

Y más cosas a saber.
La Sala Hipóstila palabra que significa recinto cubierto y sostenido por columnas, también se la conoce por la sala de las 100 columnas pero si te pones a contarlas solo hay 86 .
Y la foto no se cae es que algunas están inclinadas. Esos ingeniosos cálculos de sustento y equilibrio  gaudianos.


Esta es la imagen general de la sala.

Los plafones en el techo y las columnas que no solo están ahí para sostener ¿Qué otra cosa se le podrá ocurrir Gaudí?
La sala es una zona intermedia entre el Teatro que está encima y un gran depósito de agua que está debajo. 


Y es que algunas de estas columnas están huecas y a modo de tubos conducen el agua de lluvia que se recoge en la zona que está  encima de las bóvedas decoradas hasta el depósito que está a otro nivel inferior de la montaña y por debajo. 

¿Ves ese plafón en forma de pulpo?
Es el símbolo que nos habla de esa agua conducida a través de las columnas.


 Una última mirada a la creativa obra de Josep Maria Jujol.
En la próxima entrada seguiremos hablando de él.








jueves, 16 de julio de 2020

VISTAS DE BARCELONA DESDE LA MONTAÑA PELADA

 Para muchos barceloneses el nombre de la Montaña Pelada puede que no lo suene y mucho menos por este nombre . Seguro que viendo esta imagen la cosa cambia. 


Este es el sinuoso y singular banco  del Park Güell.

Pues ahí estamos en la montaña Pelada que el señor Güell compró  para que su amigo y admirado Gaudí le diseñara con plena libertad un espacio lleno de vida y vegetación ( cosa que no había ) ni vida ni mucho menos vegetación , por eso el nombre de montaña Pelada.
Desde la Montaña Pelada las vistas a la creciente y exuberante ciudad de Barcelona eran magníficas y lo siguen siendo  de ahí la entrada de hoy.


En ese mismo momento el genial arquitecto andaba liado  en la construcción de la Sagrada Família.
Casi 100 años después esta es la visión que ofrece desde la montaña Pelada, sigue levantándose sobre sus cimientos.


Otra vista de la ciudad desde la montaña. Al fondo entre el mar y la montaña de Montjuic el Palacio, hoy Museo de Arte Nacional de Cataluña y el símbolo de la Anilla Olímpica.


Seguimos por los senderos y escaleras diseñadas por el genial arquitecto, que por mucho que camines no te cansas, porque el buen diseño de un parque o un jardín consiste en eso, en pasear y disfrutar del paisaje sin tenerse que acordar de los pies.

Otra mirada a  la ciudad. MeriTxell la guía que nos acompaña nos hace ver ese bulevar verde que avanza dirección mar. Es el Paseo de San Juan, agrandando la imagen podréis ver el Arco del Triunfo.


Seguimos por los serpenteantes caminos del Park Güell. Otra visión de la ciudad un poco más ampliada, hacia la derecha de la imagen aparecen elementos arquitectónicos sobradamente conocidos.



La montaña Pelada hoy espacio que ocupa el Park Güell apenas carecía de vegetación y fue Gaudí quien llegó a diseñar hasta el último detalle cuidando al máximo piedras rojizas de la misma montaña  con un repoblación forestal totalmente mediterránea  para crear el marco ideal a lo que sería y no fue una urbanización de gran lujo para la burguesía catalana y todo aquel que pudiera pagarlo.
Eso lo iré contando.


sábado, 11 de julio de 2020

FUENTES DE BARCELONA. DECORATIVAS Y ÚTILES.

Callejeando por la Barcelona del Eixample encontramos fuentes de agua potable que fueron colocadas en plazas, calles y cruces. Era la Barcelona modernista del siglo XIX. Los escultores que las crearon eran los mejores de su tiempo pero para ganar el concurso y que su diseño fuera aceptado debían cumplir ciertos requisitos, a saber; decorativas, útiles y de materiales perdurables. 
Las que os muestro aquí no son todas, solo las que me he ido encontrando al callejear. Cuando la ciudad se llena de visitantes de todos los lugares estos espacios, si no sabes que están ahí llegan a pasar desapercibidos. Hay que detenerse, beber en ellas y admirar el realismo con que fueron ejecutadas por sus creadores.

Detalle de la fuente "El Noi dels càntirs"
El chaval se para y con esfuerzo levanta uno de los botijos y bebe.


El joven de los botijos ( es la traducción ) ... me gusta más como suena en catalán. Es obra del escultor José Campeny i Santamaria del año 1912. y está ubicada en la Plaza Urquinaona.
hay más fuentes de él en la ciudad.


El nen de la granota. También es de José Campeny y está en la encrucijada entre Av/ Diagonal y C/ Córcega, También del mismo año 1912.
Un simpático niño tiene agarrada con las dos manos una rana y sonríe divertido en su juego.


Esta está ubicada  en la Ronda Universidad confluyendo con C/ Pelayo. Es la tercera fuente que he encontrado de José Campeny i Santamaria.
Un haraposo y  desaliñado joven nos mira con descaro y a la vez jovial sonrisa es El Trinxa.


Esta la  encontré en la Plaza Goya, tantas veces que he pasado y fue la pasada semana que me di cuenta de su existencia. La ciudad vacía ayuda a ver.
Es obra de Eduard Batiste-Staccioli conocida como la Fuente de la tortuga colocada ahí en 1915.


 Otro hallazgo en el Paseo de San Juan. La font de la Caputxeta, por supuesto sigo por la zona del Eixample barcelonés, ese Eixample menos frecuentado por los visitantes de la ciudad y que siempre ha sido un hermoso paseo. La fuente es obra de Josep Tenas del 1921.


Barcelona, es una de las ciudades del mundo que tiene en su haber Las Wallace.  Las hay en París, Londres, Zúrich, Montreal ... Del escultor Charles Lebourg. Fueron un regalo del mecenas Wallace para que las ciudades tuvieran fuentes de agua potable, hermosas, decorativas, y lo suficientemente visibles por su estructura. Hoy solo quedan 2 de tan espléndido regalo pero llegaron a haber 12. Inconfundibles en su aspecto; cuatro cariátides sostienen una cúpula  con cuatro peces. Hoy ya no funcionan, algunos cuentan que no fueron regaladas solo como obsequio altruista sino que detrás había intereses de empresa de aguas en la ciudad. Las cosas cambian y por suerte nos quedan dos como símbolos de ciudad del mundo. Esta concretamente está enfrente del Museo de Cera, en plena Ramblas.