Dos fragmentos del ÁRBOL que fue plantado en 1700
El árbol de Gernika es el símbolo de los vascos. Las asambleas de las Juntas generales se celebraban a sus pies y allí a su alrededor los representantes de todos los municipios bizkainos debatían por sus intereses y necesidades.
Aunque hay testimonios escritos de ejemplares anteriores al Viejo Árbol, el gran Tronco Viejo se conserva en el jardín bajo un templete de columnas. En 1860 se plantó su sucesor que dio su sombra hasta 2004 y a partir del 2005 se plantó el joven roble que es el relevo generacional actual, un joven roble de 19 años.
Junto al joven roble se celebran los actos de posesión del cargo de Lehendakari y del Diputado General de Bizkaia
Entrada a la Casa de las Juntas
Desde la Edad Media hasta la actualidad Las Juntas Generales gobiernan el territorio vasco.
La Sala de Juntas es el corazón de la institución en la actualidad , pero la costumbre era celebrar las asambleas alrededor del Árbol aunque cerca la iglesia de Santa María la Antigua les servía para celebrar las ceremonias religiosas que por norma complementaban las reuniones de la asamblea . Poco a poco las reuniones así como el Juramento de los Fueros se fueron trasladando a cubierto y de ahí que se tenga la idea de Parlamento-iglesia, de alguna manera el actual recinto así nos lo recuerda.
La Sala de la Vidriera
Un espacio amplio y sorprendente que fue pensado por el arquitecto en un principio como patio interior y descubierto. Hoy luce un magnifico techo de vidrieras artesanales realizadas por una empresa bilbaína.
En el centro aparece el Árbol y una tribuna, un anciano tiene un gran libro en las manos en el que se puede leer la inscripción " Lege Zarra", las viejas leyes que el señor debía jurar y respetar, rodeando la figura central representaciones de las actividades económicas y a modo de orla rodeando todo el perímetro de la gran vidriera de techo un borde de recuadros en los que aparecen diversas localidades.
Pasear por los jardines del recinto es muy agradable solo el reloj que marca las horas lo hace con un tañido grave y triste para que no olvidemos nunca lo que Gernika , como muchos pueblos de España perdió con la última guerra.
Pero los jardines son alegres y una vez el reloj calla la naturaleza habla. Un gigantesco eucalipto me atrapa por completo ..... aquellos tiempos en que estos mis blog los llevaba Driada, ella sigue ahí dentro de cada árbol por joven, viejo ......
fuerte y vivo............
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