El pasado septiembre volvimos a Santo Domingo de la Calzada. Es una de las poblaciones de la Rioja que más me gustan. Sus calles del casco antiguo guardan la esencia de los caminos que llevan misticismo medieval y culminan bajo los muros de su espléndida Catedral.
Su leyenda es muy conocida, pero no por eso voy a dejar de recordarla, porque si no es así, como entender ese par de aves de plumaje blanco que hasta cacarean siempre que les apetece dentro de los muros del románico edificio.
Dice así:
Hugonell un joven alemán se dirigía junto a sus padres hacia Santiago de Compostela en peregrinación e hicieron alto en una posada para descansar.
La joven mesonera se enamora de Hugonell, pero no es correspondida por el joven peregrino.
Enfurecida y vengativa esconde una copa de plata entre el bagaje del joven.
La familia marcha de la posada y continua el viaje, pero al salir de la ciudad la joven denuncia el robo.
Al joven se le captura y se le acusa, por lo que la pena es la horca.
Los padres asisten al terrible momento sin poder hacer nada para salvar la vida de su hijo. Al día siguiente cuando entristecidos deciden seguir el viaje y ver por última vez donde yace el hijo ejecutado, ¡cual es la sorpresa al encontrarlo vivo! y les dice " El bienaventurado Santo Domingo de la Calzada me ha conservado la vida "
Los padres acuden gozosos para comunicar el milagro al corregidor de la ciudad, que en ese momento se disponía a darse una buena comilona a base de gallo y gallina asados .
El corregidos, con escepticismo total y con ganas de que le dejaran tranquilo para poder darse la comilona de las aves asadas, les respondió :
- El joven está tan vivo como el gallo y la gallina asados que me dispongo a comer -. ... y al momento las aves recuperaron su aspecto emplumado y llenas de vida saludaron con cacareo a sus estupefactos espectadores .
De ahí el dicho
"Santo Domingo de la Calzada donde cantó la gallina después de asada "
Por tanto la tradición manda y dentro de la Catedral y frente al fastuosos mausoleo de mármol hay un gallinero gótico de piedra policromada, construido a mediados del siglo XV, que alberga un gallo y una gallina vivos en recuerdo al milagro ... no es milagro que las aves aguanten en un lugar tan poco animado y preguntando a sus cuidadores lo cierto es que las cambian a menudo para que no enfermen y puedan estar en su medio natural, pero el visitante primerizo se lleva una buena sorpresa.
A parte de la leyenda que tiene su gracia, visitar el templo es realmente hermoso y pasear por sus calles un buen respiro de historia.
Como habitúo dejo un montajillo con música con unas cuantas fotos de las muchas que hice.
2 comentarios:
Preciosas historia, fotos, vídeo y música. Es realmente agradable pasar por tus espacios.
Besicos muchos.
Gracias Nani. Por aquí andamos haciendo cosillas , para no perder el interés. Un abrazo
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