martes, 4 de julio de 2017

LA MERCÈ Y SAN MIGUEL


La Mercè sobre los tejados de Barcelona
La cúpula de la Basílica Menor de la Mercè destaca sobre los tejados de la ciudad.


Levantada, destruida, arrasada, quemada ... es la historia de este centro religioso y espiritual en la ciudad de Barcelona.

Rosetón en la fachada principal frente a la gran plaza  que acoge la visión del lugar centro de las fiestas patronales de la ciudad en el mes septiembre y lugar de celebración con ofrenda de la copa por los jugadores de fútbol cuando el Barça gana.

Interior del templo
De nave única, con cuatro tramos de bóveda de cañón seguidos de  arcos fajones.
El coro y el órgano en el lado opuesto al altar mayor.



Escaler al púlpito
 

Órgano datado en 1755 y que sustituyó al destruido en de 1688

Escalera de acceso al camarín de la virgen de 1868 . Pio IX proclama a la Mercè patrona de la diócesi de Barcelona

Imagen que preside el templo, la virgen de la Mercè oculta y protegida durante la guerra civil para salvarla de los grandes destrozos que sufrió el lugar. Data de 1361 y es obra de Bernat Roca.


El rosetón de la fachada principal, es una alegoría de la virgen venerada en el templo.


Cúpula central y sobre ella y en el exterior una escultura de bronce de la Mercè, visible desde varios puntos de la ciudad condal.

Facistol en forma de águila dorada , cerca del altar mayor. 

Escultura de bronce sobre la cúpula reconstruida en 1888.

Y cuando ya estamos fuera de la Mercè y a pocos metros doblando una esquina descubrimos la iglesia de San Miguel.

Una preciosa fachada renacentista, enfajada entre edificios, se dice de ella que era la iglesia más antigua de  Barcelona, hoy solo queda lo que vemos, la fachada.

Se sabe que fue levantada sobre unas termas romanas y que su emplazamiento no era el actual. Fue desmembrada y como si fueran reliquias sus partes fueron  llevadas a  diferentes museos de la ciudad condal, donde  fechadas y protegidas se exhiben .

La fachada es lo que queda a pie de calle y en realidad solo es la portada al transepto de la Basílica de la Mercè.
Por tanto, dos lugares con mucha historia,  rehechos unas veces y renovados otras tantas que no se deben olvidar en nuestros paseos por la ciudad.

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