Todavía nos quedan poblaciones por visitar en el país vasco, pero un día dedicado a callejear por la ciudad no está nada mal.
Pupy el cachorro jardín vertical guarda la entrada al Guggenheim.
Una parada en la Plaza Mayor.
Y volvemos al embarcadero pero esta vez con idea de ver caer la tarde.
La Ría de Bilbao al anochecer es una preciosa paleta de colores.
Voy sin trípode pero aprovecho alguna barandilla del paseo para apoyar la cámara y dar algunos segundos de exposición así puedo realizar algunas fotos nocturnas y captar la "hora mágica " .
Ese momento en el que el cielo todavía es azul y las luces de la ciudad ya están encendidas .
Mañana dejaremos el coche en el garaje y vendremos a la estación para dirigirnos en autobús hacia la costa cantábrica . La estación de ferrocarril de Bilbao es espectacular .
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