Un paseo por Bermeo.
Consultamos el mapa y al ver el trayecto que trazaba la carretera, dejamos el coche en Bilbao y de buena mañana nos acercamos a la estación de autobuses de linea.
Fue un acierto ninguno de los dos al volante y disfrutando del paisaje. Llegamos en menos de una hora y dispuestos a callejear.El puerto es la zona más visitarle , así que lo recorrimos hasta llegar al espigón que a modo de rompeolas se adentra en el mar.
De vuelta a la zona urbana, el ambiente marinero nos acompaña constantemente.
El casco viejo junto al puerto es punto de partida para recorrer callejuelas y pequeñas plazas .
En el punto más alto de la población un conjunto escultórico recuerda a la familia de los pescadores pendientes del retorno de los que han salido a trabajar con el mar como compañero de vida.
Serpenteando y de vuelta al puerto La Plaza Mayor y la Iglesia. No se puede visitar , solo abierta al culto.
Regresamos al punto de partida y nos despedimos con la mirada de un mar tranquilo que no es lo habitual, pero hoy descansa.
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